
La alfombra despierta sentimientos encontrados, o la amas o la odias. Elegante y refinada, le da un toque de confort y calidez al hogar, pero también es «en esta decoración» la que sobre todo retiene el polvo y se hace difícil de limpiar. Entre todos los accesorios que puedes tener en tu hogar, la alfombra es definitivamente la que más polvo retiene.
Por esto, es fundamental realizar su limpieza de forma recurrente y continua. Lo ideal es pasar la aspiradora una vez cada dos o tres días al menos en las zonas de paso. Para una acción más eficaz y para mantener el buen estado de la alfombra se debe utilizar un limpiador de alfombras. Su eficiencia radica en sus funciones principales: golpea, cepilla y aspira el polvo.
Además, regla fundamental y necesaria, es realizar una limpieza anual a fondo para desinfectar la alfombra. La suciedad se acumula entre los entrelazados de hilos de unión, en vez de en la superficie, por lo que la acción de cepillar una alfombra por sí sola no es suficiente, ya que nos quedamos en la superficie.
De hecho, según la complejidad de fabricación que tenga la alfombra, así será en cuanto a calidad, diferenciándose por los diferentes tipos de procesamiento a los que es sometida y por las diferentes fibras utilizadas.
Cómo limpiar la alfombra: limpieza diaria
Lo más importante es mantener limpia las telas de la alfombra, por lo que aspirarlas con un limpiador de alfombras todos los días evitará que el polvo se acumule de forma desproporcionada, especialmente en las zonas más concurridas y con más paso de la casa, como escaleras y entradas. Sin embargo, para las alfombras confeccionadas con telas de pelo largo es mejor usar la aspiradora normal, la que usamos para la limpieza doméstica, en lugar del limpiador de alfombras, más adecuado para alfombras en las que se confecciona de forma compacta.
Cómo limpiar a fondo la alfombra
También seria una buena opción lavar, quitar manchas y desinfectar el tejido de forma anual, semestral o trimestral, según la zona de paso y el uso continuado que se le de a la alfombra. Para esta operación puedes contactar con empresas especializadas en la limpieza de alfombras o hacerlo en casa. Una buena «receta quitamanchas» es, mezclar en una fregona, un litro de agua y medio vaso de alcohol con dos gotas de jabón del que usamos para lavar platos. Con esta mezcla escurrimos bien el mocho y vamos frotando y limpiando la alfombra.
Cómo quitar las manchas de la alfombra
¿Se te ha manchado la alfombra? Si se te ha acaba de manchar, lo mejor es actuar inmediatamente y con papel de cocina o un paño ponerlo encima del líquido o producto derramado para recoger lo máximo posible y que no penetre en las telas de la alfombra. En el caso de sustancias menos líquidas, podemos quitarlas recogiéndolas con algún utensilio como por ejemplo una cuchara o una espátula, para después usar alguna espuma limpiadora en seco o un quitamanchas líquido o en aerosol específico. Antes proceder con el quitamanchas prueba en un lugar que se vea poco de la alfombra para comprobar la resistencia de los colores.
Si vas a usar un máquina de limpieza de alfombras o, alternativamente, un limpiador a vapor, asegúrate de que el tipo de fibra con la que esta confeccionada la alfombra pueda soportar bien el tratamiento.