
Los cojines hacen que nuestros asientos sean más cómodos y confortables, pero pese a lo que nos aportan no siempre les damos el cuidado adecuado. Los cojines de nuestras sillas o nuestros sofás, casi siempre están cubiertos de tela, a menudo con costuras que los hacen especiales y generalmente tienen una capa de espuma en el interior que los hace blanditos y agradables.
Cómo lavar un cojín sin deformarlo
Las almohadas de espuma planas que tienen dentro, sirven para que cuando nos sentemos no estemos hundidos en el asiento y apoyar la espalda de forma correcta en el respaldo, evitando que tengamos una posición incorrecta. Útiles para hacer las sillas menos rígidas, y con su funda, con el cojín como tal, también sirven para dar un toque de color y estilo a las estancias donde estén nuestros asientos, pudiendo incluso combinarlos con otras telas que haya en la habitación. El problema de los cojines es que tienen mucho uso y por ello tienden a mancharse o ensuciarse.
Por ejemplo, en el caso de los cojines de las sillas de la cocina, esto se hace más evidente, porque es un espacio donde al cocinar se generan humos y olores que se impregnan en las telas, por eso deben lavarse con regularidad para evitar que la suciedad se incruste y luego cueste mucho más dejarlos limpios. Sin embargo, la limpieza debe realizarse correctamente, ya que un lavado incorrecto puede alterar la espuma y decolorar las telas.
Cómo lavar la esponja de dentro de un cojín
La forma correcta de proteger el interior de los cojines de los asientos, que casi nunca están diseñados para estar sin forro, es evitar la lavadora, ya que el ciclo de centrifugado podría dañarlo. El lavado a mano es la mejor opción para lavar cojines, sumergiendo los cojines en un recipiente grande que los contenga sin que se doblen en las esquinas. Como idea, si no tienes un cubo o barreño lo suficientemente espacioso, puedes usar tu bañera para esto.
Lavar a mano los cojines
Para el lavado, usaremos un detergente con alto poder desengrasante, pero mirando siempre que respete los colores, ya que no queremos que la tela quede descolorida. Además añadiremos un desinfectante para higienizar nuestras almohadas de la forma correcta. Tendremos que dejarlas en agua caliente con jabón durante media hora aproximadamente, luego utilizar un cepillo de ropa para frotar sobre las manchas y eliminarlas.
Después del lavado es muy importante que aclaremos totalmente los cojines. Podemos hacerlo de la misma forma, sumergiendo los cojines en agua limpia hasta que estén totalmente aclarados y no quede restos de jabón. No tenemos que escurrirlos para quitar el agua, para evitar dañar costuras o la tela, solo debemos colocarlos sobre una superficie y pasar sobre ellos un rodillo de cocina o algo similar, como por ejemplo una botella, para ir haciendo ligeramente presión e ir eliminando el agua sin estropear la estructura de la espuma.
Secar los cojines sin dejar marcas
Para finalizar el proceso, solo nos queda que se sequen completamente. Para ello podemos tenderlos al aire libre, donde estén expuestos al sol. Ten cuidado de como cuelgas los cojines, y procura colgarlos de los cordones que tenga para atarlos o de partes que no se vean, ya que donde ponemos las pinzas, como será una zona en las que los rayos del sol incidirán de otro modo, pueden quedar marcas.