El cuidado de la ropa de invierno, muchas veces más delicada que la de verano, es un escollo que tenemos que afrontar cada año. Lana e hilos finos, como los muy suaves y muy delicados. cachemira son de hecho tejidos particularmente sensibles al estrés de los lavados frecuentes o con productos que no son lo suficientemente delicados.
Cuando nuestro prendas de cachemira necesitan ser lavados, tenemos dos soluciones. El primero, llevar la ropa a una lavandería especializada, el segundo, limpiar a mano nuestros jerséis, bufandas y chaquetas, pero con cuidado de no estropearlos.
Cómo lavar la cachemira
Al igual que la lana, la cachemira también teme las temperaturas demasiado altas y prefiere lavados de manos Como los programas de lavadora, aunque algunos están pensados para tejidos delicados, muy a menudo pueden darnos sorpresas desagradables.
Así que tomemos una palangana grande y la llenemos con agua tibia, entre 20 ° y 30 ° C, luego verter dentro de 2 o 3 cápsulas de detergente para cachemir y prendas delicadas. Alternativamente, un champú neutro común, que tiene un pH poco agresivo y por lo tanto no daña la tela.
Sumergimos la prenda a lavar, pero solo después de haberla dado la vuelta y la frotamos suavemente con las manos para eliminar los residuos de suciedad y los malos olores. Posteriormente lo dejamos en remojo durante 15 máximo 19 minutos, sacamos la prenda, vaciamos la palangana del agua jabonosa y la llenamos de agua limpia, sumergiendo la prenda nuevamente para quitar el jabón.
Repetimos esta operación hasta que el agua esté libre de espuma. En este punto apretamos suavemente la chaqueta, bufanda o suéter contra el borde del fregadero o tina. para eliminar el exceso de agua (atención, no aprietes el cachemir, porque sus fibras son muy delicadas cuando están mojadas) y transfiérelo a una ensaladera y gira el pomo para que suelte la humedad residual.
Alternativamente, podemos poner nuestra cachemira en una funda de almohada limpia para ponerla en la lavadora para un ciclo de centrifugado adecuado para prendas delicadas. El último paso será extender una tela de felpa sobre una superficie y colocar la prenda de cachemira plana encima.
Enrollamos la toalla de salchicha, para que el prenda de cachemira libera cualquier otro rastro de humedad. Por último, colócalo bien abierto sobre la superficie de un tendedero y déjalo secar en una habitación cálida de la casa.